1. INTRODUCCION
El Gobierno del presidente Evo Morales está enfrentado con los pueblos indígenas del Beni, por un proyecto carretero importante para dos regiones, pero que afecta el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).Sin embargo los pueblos indígenas son los impulsores de los cambios a la Constitución Política del Estado, con la histórica Marcha por el Territorio y la Dignidad, iniciada el 15 de agosto de 1990. Ahora están enfrentados con el presidente Morales, que ha expresado en muchas oportunidades su compromiso con los pueblos indígenas. El TIPNIS es el caso que los separa y por el que hasta ahora no han podido sentarse en la mesa de negociaciones.
2. TERRITORIO INDÍGENA Y PARQUE NACIONAL ISIBORO SÉCURE
El Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) ubicado entre los departamentos de Beni y Cochabamba posee doble categoría de protección: desde 1965 es un parque nacional y a partir de la “marcha por el territorio y la dignidad” de 1990 es un territorio indígena donde habitan ancestralmente los pueblos moxeño, yuracaré y chimane en 64 comunidades con una población de aproximadamente 6.000 habitantes.
2.1TIPNIS COMO IMPORTANCIA AMBIENTAL
El TIPNIS tiene una importancia fundamental para la conservación ambiental en Bolivia debido a su gran riqueza en biodiversidad que comprende alrededor del 40% del patrimonio biológico del país, 1.700 especies de vertebrados que corresponden a casi el 50% del total del país, 300 especies de vertebrados amenazados. Puesto que a la presencia de importantes cuencas hidrográficas, y a la existencia de extensos bosques naturales que cumplen una función de “sumidero de carbono”, aportando a controlar el “efecto invernadero”. Ya TIPNIS nació con una extensión de 1.225.347 hectáreas que actualmente se redujo a 1.091.656 hectáreas, modificación que se realizó el año 2009 debido a la presión de colonizadores; ha soportado también la explotación ilegal de sus recursos naturales, especialmente de madera.
3. INICIOS DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA CARRETERA SAN IGNACIO DE MOXOS-VILLA TUNARI
La construcción de la carretera San Ignacio de Moxos - Villa Tunari ha reavivado el debate entre las visiones conservacionistas y desarrollistas del TIPNIS. La idea de integración vial entre el Beni y Cochabamba surgió en la década del ochenta; en los años noventa se incluyó en el Plan de Todos como un proyecto para el establecimiento de un corredor bioceánico que uniría el Atlántico con el Pacífico y que convertiría a Bolivia en articuladora de la integración del subcontinente, lo que podría paliar las desventajas derivadas de su condición mediterránea. El 1º de agosto de 2008, la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) adjudicó a la empresa brasileña OAS la construcción del tramo de 306 km de la carretera (II tramo) por un monto de $us. 415 millones de dólares financiados por el Brasil.
“VICEALMIRANTE ISMAEL SCHABIB”
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Soy de las personas que junto a millones de otras, nos preocupa la degradación del medio ambiente y el calentamiento global. Recuerdo una de las leyes de física que me enseñaron en el colegio secundario: “A iguales condiciones de volumen a mayor temperatura, mayor presión”; profanamente hablando sobre meteorología, no es difícil suponer que con una mayor presión generada por un superior calentamiento, habrá también, mayor evaporación de los mares y ríos, las masas de aire donde viajan las nubes, se moverán con más fuerza, causando estragos, como el huracán “Catrina” en Nueva Orleans. ¡Cuán peligroso es este problema! También comparto la idea de muchos en sentido que los países deben desarrollarse en armonía con la naturaleza, y no sólo respetando el equilibrio ecológico, sino enriqueciendo las regiones, por ejemplo, si en una hectárea existe un almendro, que bueno sería sembrar otros nueve, y no sólo en este caso sino en el de la Mara, la Itaúba, el Cedro, Etc. De igual manera, si el bosque ubicado al pié de la cordillera frena la velocidad de la corriente del agua que podría inundar y dañar otros espacios aguas abajo, actuar inteligentemente, sería potenciar esos bosques para que sean más efectivos como freno natural de la corriente, y no talarlos para sembrar coca, por ejemplo, como ocurre en del Departamento de Cochabamba, en perjuicio del Beni.

Otra cosa es condenar a los seres humanos al subdesarrollo por no construir infraestructura vital, indispensable, como carreteras allí donde no hay.
Oponerse a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, es inexplicable. Carreteras interprovinciales e interdepartamentales, una con Cochabamba, otra con la Paz, con Santa Cruz y con Pando es lo mínimo indispensable que podríamos pedir para integrarnos entre benianos y con el resto del país. El territorio beniano es largo y ancho, sin embargo pedir dos carreteras que nos unan con otro departamento, como ocurre entre Cochabamba y Santa Cruz, podría ser negociable, pero una por lo menos, no lo es.
Si la carretera que comunica a la ciudad de Santa Cruz con la ciudad capital del Beni, es el cordón umbilical que nos une por vía terrestre con el resto de Bolivia, excepto Pando, aunque sea dando enormes vueltas, las ventajas que propiciaría esta otra vía de comunicación se traduciría en acortar distancias en vista de la ubicación central en el territorio nacional del Departamento de Cochabamba, sería acceder a otro gran mercado interno para la producción agropecuaria, para la industria maderera y otras, sería una motivación para que los benianos produzcamos más, con el adicional que la producción de ambos departamentos, es complementaria.
No se tendría que explicar por qué se debe construir esa vía, así como los paceños no deben explicar por qué tienen una carretera que los comunica con Oruro, de igual manera los orureños y potosinos, los potosinos y tarijeños, etc. Los que se oponen deberían justificar su posición.
Como millones de bolivianos, soy opositor al gobierno del MAS, por divisionista, racista, discriminador, ateo, corrupto, antidemocrático, propugnador de un modelo seudo socialista perdedor y empobrecedor históricamente demostrado, porque no hay país socialista rico, por mentir y engañar a la gente, especialmente a la más humilde, por propiciar matanzas como la de Pando, por traicionar a la nación boliviana, inventándose una treintena, etc. Pero aquello no me impide ver lo que puede estar bien.
Los departamentos de Beni y Pando lucen todavía aislados, están incomunicados hacia adentro y hacia fuera, y son de los más pobres de Bolivia, pese a su enorme potencial, debido a varias causas, principalmente la precaria educación superior, el precario servicio de salud y casi ninguna infraestructura caminera utilizable todo el año. Decir que no necesitan carreteras porque tienen ríos, es desconocer la realidad.
Oponerse a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos con el argumento de que no se les ha consultado a los indígenas del lugar, aunque sea una dosis amarga de la misma medicina que fabricó el MAS para dañar a las autonomías departamentales inventándose naciones, es una pésima idea, argumentar que es para evitar que los narcococaleros depredadores del medio ambiente sigan extendiendo sus sembradíos, no es válido, porque ya están haciéndolo en el lugar, y si los benianos queremos tomar acciones para evitar la expansión maligna de la coca, si queremos todavía preservar la ecología de la región, necesitamos de la carretera para llegar con mayor facilidad porque los narcococaleros ya están ahí.
Pero, también existen otras razones para construir esa carretera, una de ellas sería el mejoramiento de la vía San Ignacio-Trinidad y San Ignacio–San Borja como complemento, otra es la seguridad, la preservación de la Capital del Beni, la ciudad de Trinidad. Debido al trazo de la carretera, en una dirección semi paralela con el eje Ichilo-Mamoré, represaría importantes volúmenes de agua que en tiempo de lluvias escurren de la cordillera y llegan a través de la pampa al río Mamoré, generando en este un mayor desborde, amenazando con hacer desparecer a Trinidad. Esta carretera frenaría por lo menos un 30% de ese volumen de agua, haciendo que fluya por el Oeste de la pampa beniana, hasta encontrarse con el Mamoré aguas abajo de Trinidad, esto equivaldría, por pura casualidad, a practicar un control de cuencas.”
3.1 TIPNIS Y EL COMIENZO DEL CONFLICTO
El mismo gobierno que nació de las luchas y demandas de los movimientos sociales, el de Evo Morales, reprime ahora de forma violenta e injustificada una protesta social pacífica contra la construcción de una carretera por un Parque Nacional. Puesto qué paradójicamente la oligarquía del Oriente sale hoy en defensa de la Madre Tierra y los derechos de los pueblos indígenas a los que históricamente ha ignorado y excluido.sim embargo el 16 de agosto de 1990 los pueblos indígenas de las tierras bajas bolivianas, por iniciativa del pueblo Mojeño, dieron inicio a la primera gran marcha indígena del País denominada “Marcha por el Territorio y la Dignidad”. Esta movilización popular, que comenzó en la ciudad de Trinidad y finalizó un mes después en La Paz, marcaría un hito histórico en la lucha de los pueblos indígenas al lograr el reconocimiento por parte del Estado de la existencia de los primeros Territorios Indígenas de la Amazonía boliviana Durante los siguientes años, y a raíz de otras demandas históricas como las guerras del agua y del gas, los movimientos y organizaciones indígenas-populares de Bolivia se consolidaron como los principales protagonistas e impulsores del proceso de cambio que culminó en diciembre de 2005 con la llegada al gobierno del primer presidente indígena.
El gobierno de Evo Morales encara ahora la mayor crisis nacional a la que ha tenido que hacer frente después de que el pasado domingo una brutal intervención policial disolviera una movilización popular de alrededor de 1.500 indígenas que, siguiendo la misma ruta de la histórica primera gran marcha del 90, se dirigía hacia La Paz para manifestar su rechazo a la construcción de una carretera a través de su territorio ancestral.
Para comprender qué está sucediendo en Bolivia es preciso deshacer el enredo de intereses en el que se ha convertido el conflicto en torno a la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Mojos, cuyo trazado pretende atravesar por la mitad el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), un área doblemente protegida de un elevado valor ecológico y cultural donde habitan los pueblos mojeño, yurakaré y t’siman. Esta carretera, de 306 km de longitud, se emplaza como una vía de unión directa entre los departamentos de Cochabamba y Beni. El diseño y ejecución de las obras fueron adjudicadas a la constructora brasileña OAS Ltda. Bajo un presupuesto de 415 millones de dólares tras un polémico proceso de adjudicación en el que la empresa brasileña fue la única proponente. El 80% del financiamiento del proyecto corre a cargo de BNDES de Brasil, uno de los principales actores en el financiamiento de infraestructura en Bolivia, que responde al objetivo de impulsar la inversión del capital brasileño en la región.
El proceso de adjudicación, diseño y ejecución del proyecto vial ha estado envuelto en una serie de irregularidades, de las cuales la más significativa ha sido la decisión de dividir la obra en tres tramos buscando así aislar el punto conflictivo el que afecta al Tipnis situado en el tramo central. De esta forma también los estudios de factibilidad, evaluación ambiental y diseño final han sido divididos en tramos con el fin de facilitar la aprobación de las licencias ambientales de forma individual y aislada, y sin que se hayan llegado a evaluar los impactos del proyecto en su conjunto. La misma estrategia se ha seguido para llevar a cabo el proceso de consulta pública, que sólo fue realizada en los tramos externos sin la presencia de las organizaciones indígenas del Tipnis, cuya postura ha sido sistemáticamente ignorada por los organismos estatales durante todas las fases del proceso. Así, en junio de este año – y tras las renuncias del viceministro y el director de medioambiente que se negaron a firmar la licencia ambiental del polémico proyecto vial -, fueron inauguradas las obras en los dos tramos extremos sin que se haya realizado hasta la fecha la consulta pública en el tramo intermedio, que a día de hoy ni siquiera cuenta con un diseño final aprobado. La estrategia de ir avanzando en los tramos extremos cuyo recorrido llega hasta el límite del área protegida supone, indudablemente, un mecanismo de presión dirigido a condicionar la aprobación de un trazado en el interior del Tipnis.
La falta de intención que el gobierno ha demostrado en todo momento en lo referido a considerar rutas alternativas fuera del área protegida, además de constituir una gran contradicción entre la teórica filosofía del Vivir Bien que el gobierno defiende en sus discursos y las prácticas que se llevan a cabo en la realidad, se muestra como síntoma de una problematica más amplia y compleja en la que confluyen intereses de diversa naturaleza.
Uno de los más influyentes es el interés por parte de los campesinos colonos vinculados al cultivo de hoja de coca y asentados desde hace décadas en la zona sur del parque, de promover una ruta por el Tipnis para acceder a nuevas tierras de cultivo. No hay que olvidar que es precisamente en el Chapare – provincia que limita al sur con el Tipnis y de donde provienen los campesinos asentados en el área colonizada –, donde el entonces líder indígena cocalero y ahora Presidente del Estado Plurinacional comenzó su lucha político-social que le llevaría años después al gobierno. Conviene decir al respecto que el gobierno está perfilando la reforma de la ley que regula el cultivo de la hoja de coca, con el fin de ampliar los cultivos de las 12.000 hectáreas anuales reconocidas actualmente hasta 20.000 hectáreas, con la legalización de 8.000 hectáreas destinadas concretamente al Chapare donde el rendimiento de hoja de coca seca por hectárea es más del doble que en otras regiones productoras del país. La enorme presión agrícola soportada en la región del Chapare ha provocado el avance de la colonización dentro del Tipnis que en la actualidad alcanza alrededor de 200.000 hectáreas de área colonizada. Estos datos permiten entender por qué las bases cocaleras de Evo Morales se han convertido en el principal sector social que apoya la construcción de la carretera.
Otro factor del persistente interés por parte del gobierno en hacer una ruta por el Tipnis, estaría relacionado con el peso primordial que las actividades extractivas tienen en la economía Boliviana. Es preciso señalar al respecto que hay claros indicios de la existencia de reservas de hidrocarburos bajo el subsuelo del , Tipnis, cuya posible extracción se vería posibilitada por la carretera. De hecho, YPFB se adjudicó en octubre de 2010 más de 723.000 hectáreas de exploración y explotación de hidrocarburos dentro del Tipnis,, en el marco de un agresivo plan nacional de exploración de yacimientos cuyo objetivo expreso es incrementar las reservas de hidrocarburos del país para el año 2020. Esta agresiva política nacional se presenta como consecuencia de las crecientes dificultades del país para cubrir satisfactoriamente la demanda energética cada vez mayor de su mercado de exportación. Un claro ejemplo de que, a pesar de las políticas de redistribución que el gobierno ha llevado a cabo a partir de la nacionalización de los hidrocarburos, la condición histórica extractivista a la que sigue sujeta la economía Boliviana continúa dejando grandes conflictos sin resolver.
3.2 TIPNIS Y EL GOBIERNO EN LOS ULTIMOS MINUTOS DE LA FECHA
3.2.1 MARCHISTAS LLEGARON A YOLOSA, RECORRIERON 12KM. |
Miércoles, 12 de Octubre de 2011 17:21 | ||||||||||||
Los marchistas hoy reiniciaron su caminata a las 13:15, luego que calmara la persistente lluvia que no permitio su salida como cada mañana a las 6:00a.m. Una caminata de 3 horas en la que recorrieron 12 km hasta llegar a Yolosa lugar donde acampan para continuar mañana hasta Sacramento esperrando que el tiempo no impida nuevamente su caminata Todos los hermanos aunque con mal tiempo y los pies lastimados por el lodo y las piedra del camino los animos estan muy elevados porque ya estan cerca a la sede de gobierno, además el apoyo y el cariño de la gente que los está poyando y se suman a la lucha de los pueblos indígenas hace que se sientan fortalecidos y que su demanda es justa.... seguiremos informando
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3.2.3 EL PROXIMO PUNTO DE LLEGADA DE LOS MARCHISTAS SERÁ SACRAMENTO | ||||||||||||
Jueves, 13 de Octubre de 2011 08:28 | |||||
Wilma Mendoza, dirigenta de CNAMIB, nos informó que amanecieron con un buen clima. Desde primeras horas de la mañana están siendo atendidos por las brigadas de salud que llegaron el dia de ayer desde la ciudad de La Pa,z para asistir medicamente a todos los marchistas ya que en los 12 km que caminaron hubieron desmayos y subida de presión. La vicepresidenta de CPIB Central de Pueblos Indígenas del Beni Nazaret Flores se desmayó al igual que otra compañera marchista del pueblo Leco. Partiremos hoy entre 9 a 9:30 a.m. desde Yolosa hasta Sacramento recorreremos aproximadamente 25 km de distancia lugar donde acamparemos. Tambien quiero mencionar que el dia de ayer llegaron 40 hermanos del Isiboro Sécure para sumarse a la marcha, eso nos alienta porque cada dia se suman mas hermanos de los diferentes pueblos que componemos la CIDOB. jovenes de la UMSA llegaron con un bus y nos ayudarán a trasladar a los niños y mujeres embarazadas durante el recorrido hasta llegar a la ciudad de La Paz. Nuestro agradecimiento por todas las muestras de apoyo y solidaridad de todos los bolivianos ya que desde diferentes departamentos nos está llegando ayuda material y moral, afirmó la dirigenta Wilma Mendoza. Seguiremos informando... | |||||
3.2.4 PRONUNCIAMIENTO DE ORGANIZACIONES DE SOCIEDAD CIVIL NACIONALES E INTERNACIONALES | |||||
Jueves, 13 de Octubre de 2011 20:02 | |||||
Pronunciamiento de Organizaciones de Sociedad Civil Nacionales e Internacionales en solidaridad con el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure TIPNIS FINANCIAMIENTO DE BNDES EN LA CARRETERA VILLA TUNARI-SAN INGNACIO DE MOXOS EN BOLIVIA La construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos en Bolivia atraviesa el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure TIPNIS, esta obra ocasionará una destrucción ecológica en Bolivia, afectará la vida y cclcultura de lo pueblos moxeños, yurakarés y chimanes que habitan en este parque, conllevará la extinción de fauna y flora únicas en el mundo, y afectará de una manera irsseparable la naciente de ríos fundamentales, lagos y belleza escénico | |||||
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4. CONCLUSION
· Finalmente, no sería posible comprender la complejidad que envuelve la problemática del Tipnis, sin tener en cuenta la profunda asimetría en la que se basan las relaciones entre Brasil y Bolivia, que explicaría la subordinación de la política Boliviana a los intereses brasileños en materia de infraestructura.
· Para Brasil, potencia dominante en Sudamérica, la interconexión física del territorio es parte de su política nacional e internacional con la que aspira, por una parte, a ejercer una mayor influencia a nivel internacional como potencia global emergente, y por otra, a consolidar su hegemonía en el ámbito sudamericano.
· Bajo esta perspectiva Brasil juega un rol fundamental en la promoción y construcción de grandes mega proyectos de infraestructura en el subcontinente cuyo máximo exponente es la iniciativa IIRSA a través de la cual Brasil pretende no sólo llegar a los mercados asiáticos – y en particular a China -, sino también y paralelamente, expandir su capital a los países vecinos.
En este sentido, si bien es cierto que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Mojos no está oficialmente incluida en la cartera de proyectos del IIRSA, su relación parece bastante probable en la medida en que se constituye como una ruta auxiliar que permitirá la conexión entre los dos Ejes principales del IIRSA en el país: el Eje Interoceánico Central, y el Eje Perú-Brasil-. Boliviana De lo que no cabe duda es de la penetración del capital brasileño en Bolivia a través del proyecto vial. Al margen de la evidente participación brasileña en el financiamiento, diseño y ejecución de la obra, es preciso señalar que en el Protocolo de financiamiento de la carretera firmado por Lula da Silva y Evo Morales el 22 de agosto de 2009 se incluyó también la suscripción de un memorando de cooperación científica y tecnológica que abre las puertas a Brasil para su participación en la exploración, explotación e industrialización de los recursos del Salar de Uyuni, donde se encuentran las reservas de litio y potasio más grandes del mundo. Adicionalmente, el mismo marco de financiación de la carretera estableció fortalecer entre ambos países un programa de desarrollo de proyectos azucareros vinculados a la producción de etanol en San Buenaventura, en el norte del departamento de La Paz. El financiamiento de la carretera, por lo tanto, constituye para Brasil un instrumento con el que garantiza el ingreso de sus intereses empresariales en. Bolivia
Al margen de todo y en el centro de esta espiral de intereses se encuentran los pueblos indígenas del, Tipnis, que serán los que paguen los costos sociales y ambientales de un proyecto concebido, diseñado e implantado sin tener en cuenta en ningún momento sus necesidades y demandas. La construcción de una carretera a través del Tipnis, tendrá unas consecuencias ecológicas y socio-culturales desastrosas. Un estudio realizado por Fundación Natura estima que la carretera podría deforestar en los próximos 18 años el 64,5% del área protegida debido en gran medida al avance de la frontera agrícola vinculada al cultivo de hoja de coca que, por otra parte, agudizará los ya frecuentes conflictos entre pueblos originarios y campesinos colonos por la presión y el uso de la tierra. Las consecuencias derivadas de la previsible invasión del territorio por parte de agentes externos con intereses de distinta naturaleza (cultivo de hoja de coca, actividades agropecuarias, explotación maderera, extracción de hidrocarburos…) pondrá en riesgo el equilibrio de todo un ecosistema caracterizado por su incalculable valor y extremada fragilidad, y degradará de forma crítica los medios de vida de los pueblos indígenas del Tipnis, al afectar directamente a la base de los recursos de los que dependen para su supervivencia.
Las consecuencias en el plano político son ya manifiestas. La conflictividad surgida en torno a la problemática del Tipnis, en todo el país está a punto de suponer (si no lo ha hecho ya) un punto de inflexión crucial en el proceso de cambio liderado por el gobierno de Evo Morales. En estos momentos las ya deterioradas relaciones entre gobierno y pueblos indígenas penden de un hilo. A este complejo contexto se añade un elemento más, relacionado con la rivalidad regional histórica entre el oriente - donde se concentra la oligarquía latifundista blanca/mestiza – y el occidente del país. Esta dicotomía etno-política ha llevado a que los departamentos del Oriente se posicionen sistemáticamente en contra de cualquier política que haya tomado el gobierno de Evo Morales, incluso cuando esas políticas van en la dirección de los intereses que históricamente dichos departamentos han apoyado, como es el caso de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Mojos. Esta rivalidad regional no hace sino perjudicar la lucha de los pueblos indígenas amazónicos, cuyas legítimas reivindicaciones intentan ser aprovechadas por un acercamiento oportunista de una oposición empeñada en desestabilizar el proceso político del país y que nada tiene que ver con la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.
La situación para el gobierno de Evo Morales es complicada. La mala gestión que el gobierno ha realizado con respecto al conflicto en el Tipnis, y la repulsa nacional hacia la intervención policial del pasado domingo ha provocado una ola de renuncias en su gabinete, entre ellas las de la Ministra de Defensa y el Ministro de Gobierno. Tras los acontecimientos el presidente anunciaba el lunes la suspensión de la carretera por el Tipnis, y la convocatoria de una consulta en los departamentos de Cochabamba y Beni, en un discurso confuso e impreciso que genera muchas dudas sobre la sinceridad de sus declaraciones. Por una parte, sólo se planteó paralizar el tramo que afecta al Tipnis, que, paradójicamente, es el único que no está en construcción. Nada se dijo sin embargo de paralizar el proyecto en su totalidad, hasta que la consulta a las organizaciones indígenas del Tipnis, sea realizada. Por otro lado, la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia que el propio gobierno elaboró establece que el derecho a la consulta libre, previa e informada radica en la voz de los pueblos indígenas que habitan el territorio afectado, y no en la de sus departamentos. En las próximas semanas veremos si se trata de otra maniobra más del gobierno para condicionar la aprobación de la ruta a través del Tipnis, o si realmente queda todavía margen para que tanto el trazado de la carretera como el proceso de cambio en Bolivia sean reconducidos hacia los caminos acordes con el Vivir Bien que demandan los pueblos indígenas.
4. ANEXOS
5. WEBGRAFÍA
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